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Mostrando entradas de septiembre, 2015

Iraheta...

Reconozco y acepto mi culpa, si debo decirlo de esa forma, con aquel mensaje con el que partió ese mal entendido. Hablar de un mundo paralelo e interpretar un par de líneas, resintiendo una actitud "diferente" después de aquel encuentro en el centro comercial. Curiosa reacción. Expectativa versus realidad. ¿Qué pasó? ¿Por qué tanta molestia de un día para otro? La cordialidad no faltó. Tampoco la buena onda. ¿Entonces? ¿De dónde surgió tanto resentimiento? Si cometí el error de otorgar "falsas" esperanzas (frase poco modesta, a mi parecer), bueno, me disculpo. Nunca busqué causar daño. Admiré el proceder, el pensar y lo manifesté. A mí manera, sin detenerme en la interpretación del otro. Consciente del objetivo, lo expuse. El resto se conoce. Una pena, Kelly. Se sigue apreciando su coherencia y determinación. Por ratos, olvida la modestia y aflora la egolatría, PERO, perfecto ninguno de nosotros. La particularidad está ahí. Queda en cada uno comprender y aceptar. Y

Karlita...

Vos, que por casualidades de la vida también llevás el nombre, quizás fuiste la que más se abrió. No, no pienses mal. Bueno, si acaso lo hacés, pues. Entiendo que no cabe mala fe ni pecado en tu actuar. ¡Ah, no! si dejaste de creer en la iglesia. No vale la pena tocar esos temas tan escudriñados en nuestras largas pláticas vía messenger. En fin. No cabe duda: ambos. Sí, los dos digitamos. Cuestionamos, exploramos, compartimos. Si ya no recuerdas lo dicho, te recomiendo ser congruente y olvidar lo que yo dije, porque fue la confianza y discreción la que nos llevo a profundizar. Temas incómodos, anécdotas íntimas, mensajes indirectos de pretensiones urgentes. ¿Por qué darnos paja? Pero tuviste que acariciar el escándalo, te sedujo y tal parece que te dejaste llevar. Una pena, Rauda. En serio. Años de más que pasaron desapercibidos. Vos sabrás con exactitud hasta dónde llegó tu lengua, o tus dedos. Cuidado con el karma. Creas o no, esa fuerza regresa. Buena suerte. Se ha escrito, Paz.

Ay, Nelly...

Olvidé tu apellido. Quizás lo recuerde mientras escribo esta entrada. Pero, ¿qué puedo decir? ¿qué necesito dejar escrito por acá? Vos, consciente o no, te prestaste al escándalo, usaste la misma red social que Sonia, difamaste, calumniaste, hiciste lo que quisiste, sin temor a las consecuencias. Desinteresada, compartiste lo que, según vos, había sucedido. Tu interpretación de mis líneas, sin reparar en el significado que les dio quien las redactó. Insisto, escandalizaste otra buena intención. Y, está claro, detrás se movió el ego, el resentimiento y la envidia. No me cabe duda. Lástima, me caías bien. Te tomé aprecio y, quizás, hasta cariño. ¿U olvidaste la vez que te acompañé desde Santa Ana hasta S.S. en el bus? O cuando al salir de la reunión del Círculo de Lectores te hicimos "barra" con Mauricio en la 101-D, siendo más de las 7:30 pm. Qué pena, Nelly. Tardé demasiado en compartir estas líneas. No lo sé. Me queda la "enseñanza": Con la mujer, se parte de la s

Cambia nombre

Ubícate. Supera la obsesión. ¿Debo repetirlo? Entiende, abre los ojos, déjate orientar por el sentido común. Ponte egoista, actúa individualista y piensa: ¿Acaso llevas ese nombre? ... ¿Entonces? ¿Cuántas veces más? Cámbialo. Bíblico uno. El tuyo no. ¿Qué papel quieres jugar? ¿Hasta dónde pretendes llegar? Reflexiona, modifícalo. Ten presente lo sucedido. Utiliza el sexto un rato. Discierne. Concluye. ¿Qué requieres para medir los efectos de la traición? ¿Hasta dónde te debe llevar esa defraudación? ¡Despierta! No te claves con el nombre, orienta ese plan correctamente. ¡Vamos! ¿Qué pasa? Las oportunidades están ahí. ¿Qué esperas? Cambia nombre. Tu no eres José. Se ha escrito, Paz.

Hey, Muñoz

Desconozco si seguís tocando teclas o pantalla de tu móvil en mi contra. Me extraña tu reacción desde el principio. No recuerdo una falta de respeto. Tampoco una transgresión a tus derechos. Compartimos información, seguimos conversaciones y expusimos anécdotas. Ambos, dejándonos llevar por el interés y la atención al monitor o la pantalla del otro, o por el entretenimiento dialéctico. Me consta que el resentimiento te duró varios meses. Lo vi manifestado en un par de tus tuits. Muchos te habrán dado la razón. Pero, se debe ser honesto, si hubo "abuso de confianza", también hubo exceso de caracteres. ¿O ya olvidaste todo lo que me contaste? ¿Será necesario dejar constancia de los detalles descritos en esta entrada? La verdad, sigo creyendo que no vale la pena. Insisto, me extraña tu reacción, Sonia. Quizás no debería, porque, francamente, nunca llegué a conocerte. Quien quita y esa sea forma de ser y actuar. Promotora del escándalo y la difamación. Utilizaste la misma red so

Escribo

Me expreso. Manifiesto a través del texto lo que siento y pienso. Requiere de tiempo y ganas. La hora la pone la circunstancia. El tema los acontecimientos. O el interés por desahogarme. El organismo también se comunica. A su manera, con sus costumbres. Queda desempolvar las teclas y retomar el gusto por las entradas. Material, la verdad, hay de sobra. Intentaré ser discreto. Me costará. Lo sé. Así la dejo, procurando duplicar la cuota, una tras otra. A ver. Se ha escrito, Paz.