Karlita...

Vos, que por casualidades de la vida también llevás el nombre, quizás fuiste la que más se abrió. No, no pienses mal. Bueno, si acaso lo hacés, pues. Entiendo que no cabe mala fe ni pecado en tu actuar. ¡Ah, no! si dejaste de creer en la iglesia. No vale la pena tocar esos temas tan escudriñados en nuestras largas pláticas vía messenger. En fin. No cabe duda: ambos. Sí, los dos digitamos. Cuestionamos, exploramos, compartimos. Si ya no recuerdas lo dicho, te recomiendo ser congruente y olvidar lo que yo dije, porque fue la confianza y discreción la que nos llevo a profundizar. Temas incómodos, anécdotas íntimas, mensajes indirectos de pretensiones urgentes. ¿Por qué darnos paja? Pero tuviste que acariciar el escándalo, te sedujo y tal parece que te dejaste llevar. Una pena, Rauda. En serio. Años de más que pasaron desapercibidos. Vos sabrás con exactitud hasta dónde llegó tu lengua, o tus dedos. Cuidado con el karma. Creas o no, esa fuerza regresa. Buena suerte.

Se ha escrito,
Paz.

Comentarios

Entradas populares de este blog

#HastaPronto

Propósitos 2024

#Ex