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Mostrando entradas de abril, 2012

La seriedad en Twitter, ¿un mito?

La primera vez que leí la opinión de un tuitero sobre esto fue hace más de un año. Lo admito y reconozco: En esta vida me tomo casi TODO en serio. La culpa la tiene mi papá, creo. Y Twitter no es la excepción. Recuerdo la primera discusión que tuve en esta Red Social. Mi error: tomarme muy en serio la jodarria que por casi 2 horas, tomaron contra mí cerca de 15 tuiteros. Hacía mis pininos bajo la dinámica de los 140 caracteres. Lo usaba como "sala de chat" , muchas veces. Debo confesarlo. En fin, quedó atrás. El tiempo ha transcurrido y la madurez en el uso de este medio de expresión electrónico, hace que éste cambie. Para bien o para mal. Hace 2 años no ví tantas cuentas "anónimas o de falso perfil" manifestándose en el TL. Algunos tuiteros dicen que son una muestra del "otro yo" de colegas en esta Red. Vaya usted a saber. No me saldré mucho del tema. Lo he dicho antes: Acá, como en cualquier otro medio cibernético, la expresión del ser humano se desar

Nueva Sección...#AQLI

Esta tarde, de pie, esperando el bus a un costado del Palacio Nacional, acá en S.S., se cruzó por mi mente la idea de crear una nueva "sección" en este blog. Sí, es verdad, ni le he hecho caso a las demás, pero, intentaré hacer un mejor trabajo con esta. Su nombre: "Un día en la vida" . Recordando a Manlio Argueta y su obra. A ver qué tal. Es todo. Se ha escrito, Paz.

Mi médico...#ComoNo

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29 años, casi treinta y no recuerdo haber ido más ocasiones que mi edad al médico. ¿Suerte?, ¿Buena salud?. Quién sabe cuál de las 2. Aplicaría por lógica más la segunda, ¿no?. Digo, en insisto, por lógica. Recuerdo que hace 5 años, aproximadamente, tuve que visitar de emergencia a un especialista en pulmones -van a disculpar que no rec uerde su nombre en este momento- estaba mal, muy mal, todo por un descuido a la hora de pintar el cuarto que ocuparía en el Despacho. Lo hice descalzo en el piso frio y con las ventanas cerradas, exponiendo los pulmones al olor de la pintura por casi 2 horas. ¡Gran regada!, bien jodido. Ya ni recuerdo lo que tenía. Era casi un trabalenguas. Reposo y medicina por 5 días. De pequeño, visitaba llevado por mi madre al pediatra. Recuerdo aquel espacio de juego en la Sala de Espera. El caballo de madera que mecía a todo aquel que lo montara. La casa de los carritos, los cuadros con las letras en las paredes. Ya, adentro, la báscula, el canepé, los bajalengua