Quizás como estado mental. La decisión está tomada, de semanas, segura, confimada. Con traje, casual, tenis y overoll. Ni disputa, ni duda. En serio, yo. Pocas palabras, quizás, a lo Pocoyó. Por epifanía o sumisión al destino, lo dejo en tu manos, talvez te atino. Pero, dirán ¿y los antecedentes?, carteles fuera, todos los dientes, la acusación y el debido proceso, juicio abierto, martillo sin exceso. Eso, si quieres, o una cuenta nueva, conscientes, autocríticos y aliviados, sin más contrapesos, porque qué hueva, del pasado, escuela, bien estudiados, Y, sin correr preocupados por una meta, vayamos tomando fuerte nuestras manos, sin rivales, puro cómplice, bien humanos, seguros, sin prisa, ignorando la corneta. Un título adquirido y consolidados, hambriento tardío de recusación, quizás, atracción pura, ausencia de dados, por un futuro de risas, abrazos y más. Y, no, no voy a digitar once, ni doce, porque ser basta, por una elección libre, de un corazón sin kilates, ni calibre, que pare