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Mostrando entradas de enero, 2014

Áreas verdes ¿baldías?

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Primero, definamos el término. Baldío: dicho de la tierra: que no está labrada ni adehesada. ¡Vaya! ¿queda claro, no? Continuo: ¿Conocen ustedes la plaza que está por las instalaciones del Pricesmart en San Salvador? Al parecer, un personaje histórico de Asia tiene su propia estatua en dicho lugar. ¿Ya se ubicó del lugar del que le hablo? Sí, ese mismo que está sobre el boulevard Tutunichapa. Bueno, si usted transita por esa zona se habrá dado cuenta que la plaza servía de dormitorio a la intemperie para cuatro o cinco indigentes que se refugiaban en la loza de concreto. Y, sí, lo reconozco, aquel desorden y suciedad era desagradable.  Empleados municipales realizan labores de ornato en una plaza de la capital Pasaron varios meses para que la AMSS hiciera su labor. En un principio creí que solo le daban ornato al refugio de los vagabundos, cuando les observé recortando la grama y "chapodando" los árboles. Me indigné, lo confieso, recordando que en ese mismo lugar q

Miedo contagioso

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El otro día visité con Lourdes e Ivanna el restaurante Biggest, sucursal Paseo. Me tomo la molestia de mencionar su nombre porque, sin duda alguna, quedará en el recuerdo aquel 20 de junio del año 2012 en la sucursal Bloom. Pero, vaya, me centraré en la anécdota. Esa tarde acompañé a la menor al área de juegos infantiles. Gradas y deslizaderos plásticos generadores de sonrisas y cosquillas en los estómagos. El lugar me trae recuerdos de la niñez. Gratos, la verdad. No estoy seguro si celebré 10 o 12 años en ese lugar. Me la pasé bien, las fotografías lo demuestran. Aquel momento acompañando a la niña sirvió de "sparring" y reflexión. Entonces, concluimos que el miedo es contagioso y no se necesita oralizar. Basta una mano fría, el silencio, un paso hacia atrás. Alguien dirá prudencia. Otro, sentido común. La lección grabada en la memoria me deja claro que, como padre, debo evitar estornudar mis barreras psicológicas, usando pañuelo para externar a solas mis temores. En aus

Lectura del día

Pero el Señor dijo a Samuel: "No te fijes en su aspecto ni en lo elevado de su estatura, porque yo lo he descartado. Dios no mira como mira el hombre; porque el hombre ve las apariencias, pero Dios ve el corazón".  Samuel 1  16,1-13.