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Mostrando entradas de enero, 2016

Corazón rimado

Y ¿enamorado? Prefiero no ser quién lo defina. 2015: Más de 300 días para depositar, otra vez, el cariño, la admiración, la confianza y la lealtad en una mujer. Enero sorprendió. JAJA. En serio, lo hizo. El nuevo "fichaje" conquistó con mirada, rostro y voz. La precaución debida, considerando el mensaje detrás de IG. Mensajes directos que despertaron la ilusión, hasta que la sospecha pasó a confirmación. Rebelde, visité los recintos deportivos. Ahí, me bastó verle. Casi siempre de lejos. Faltó valor, sobró respeto. Al otro, digo. Belleza por admirar a través de redes. Luego, octubre. La ansiedad tocó el fondo. De repente, impulsado por la hormona, este espacio fue testigo de esos versos. Los últimos del año pasado. Una entrada. Tres en total. Dos mujeres. Elementos de gusto y pasión. Historia. Este año, pienso, la consigna debe ser: escribir menos, besar más. ¿Quién? Bueno, eso lo presentará el tiempo. Se ha escrito, Paz.

Esa "suerte".

Determinar la historia, sin duda, se vuelve atrevido.  La concentración en fechas un paso delicado.  Se tiende a recordar. Viene el suspiro y la emoción.  Su efecto dependerá de la circunstancia. O del tema.  Hoy quiero referirme al aspecto sentimental.  A mis 33, con riesgo al error, concluyo que hasta el 2005 fui amado.  Una misma persona. Un ser especial, está claro. Me alegra su felicidad. De verdad.  En fin. Historia, felicidad y límite.  De ahí en adelante, inmadurez, lujuria, interés y egoismo.  Prefiero evitar el resentimiento.  La vida es muy corta para embotellar amargura y odio.  Toca cerrar espacios, tomar lección y correr.  2013. Ya dos años.  Consciente y cauteloso, supero obstáculos. Aunque duele el rechazo.  La edad marca. Los años se notan.  Entonces, me pregunto ¿Cuestión de generaciones?  Pueda que sea el enfoque. Alguna razón habrá.  Mientras tanto, descartes. No, no hablo de René.  Justo y necesario. Se ha escrito, Paz y B