XIX
La Tasca. El lugar de encuentro. No es mi gusto. Lo admito. Pero, debí estar ahí. Diecinueve años de habernos graduado. "Plantel querido, jardin de la infancia" . Y la adolescencia. Trece años de formación marista. Debo agradecer a mis padres. Era ahí o en el Externado, dice mi madre. No sé, no sé. Creo haber tenido lo necesario, académicamente. Promoción 99. Casi doscientos aparecemos en esa foto colgada en una pared del Despachito. Esa tarde-noche departimos no más de 40. Entre saludos, apretones de mano, abrazos, memorias, recuerdos y mucha sonrisa, le bajamos tanto al estrés. ¿Medicina? Para qué. Un par de Regias y mucha alegría en cada plática. El remedio frente a cualquier preocupación laboral, social, personal. ¡Ni hablar del desahogo! Qué bueno fue verlos, señores. Pueda que no lleguemos ni a la mitad de graduados. Quizás ni un tercio del total. Pero, la tradición de cada noviembre, honestamente, no debe terminar. Cuídense. Que estén bien. #VJMJCH