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Mostrando entradas de enero, 2018

Reciclaje

Iniciativa colectiva. Seriedad individual. La perseverancia no acompaña a cualquiera. Pasa. A todos. Los proyectos y su nivel entusiasmo. Cada quien, sin duda. Entonces, ¿cartel de liquidado? Dependerá de la acción en las próximas dos horas. O tres. Vendría bien entretener y tirar el mensaje. Ese que la población requiere. Pienso, pues. El resto será show. Sacar la sonrisa, el objetivo. Entre muchos. La participación, un paso necesario. La intensidad, el toque personal. El talento, la pizca de sal y pimienta al gusto. ¿Las ganas? Esas inquietan. Preocupan. En serio. Casi tres horas. Quizás menos. La atención, deficiente. Habrá que ver. La duda sigue vigente. 

PA

Quedan menos días. Pocas horas. La fecha oculta. La pasión creciendo. El uso de las redes sociales en su debida forma. Cada cosa en su lugar. La puerta cerrada a la contaminación. Un ambiente sano. La misión entre ceja y ceja, paséandose de aurícula a ventrículo. Divirtiéndose. Y, bien, consciente que no se trata de un monólogo, tampoco un diálogo entre el espejo y el ego, se viene la "utilidad" del "social media". Digo, pueda que la conexión no llegue ni al 30%, pero, vía móvil se mueve diferente. No hay duda. Acá lo dejo , pues. La necesidad mueve y transforma. Vídeo y texto. Pronto.

Apellido

El primero. Costumbre y Ley. Para algunos, de difícil pronunciación. Para otros, uno más en la lista de los latinoamericanos. Pero, desde la tarde de este viernes, el mío orbitó mente y alma despacito. Facebook, la plataforma testigo. Un poco de emoción familiar. Sentimientos y preocupaciones. El respeto a la figura de mayor edad. Al "vicario" del abuelo. Papá Macario. Costumbres, enseñanzas, consejos y ejemplos. Descansa en paz un líder. El relevo llega temprano, pienso. El espectáculo en este teatro sigue. Habrá que estar atentos de las decisiones venideras. Unas lógicas, otras que vendrán a confirmar (o descartar). Quedan pocos días. Entonces, que la alegría no falte. Tampoco el abrazo, del mayor al menor. Del abuelo al nieto. El "benjamín" se hizo presente. Muchos años faltan. Sin duda. Rafael A. Rodríguez C. #mrarc 

El otro 210

Sí, un concepto compuesto. Artículo, adjetivo y cifra. Quizás lo llamen de otra forma. Cada quién. Entonces, un espacio, varias paredes recién maquilladas. Pintura barata. Bajo presupuesto. Casual. Y sigo debiendo. Subieron muebles. Sencillos y plastificados. Un oasis con fecha de inauguración. Cortinas, galerias y documentos enmarcados. Franelas, escoba y trapeador. Detergente en polvo y cuatros pasos. O cinco. Fotos del sábado. Twitter. Orgullo y pasión. Manifestación del interés por un plan. Objetivo por cumplir. Alegría. Emoción. Otra segunda planta. Como en el 2002, cuando todo empezó. La carrera detrás del disgusto por el sistema judicial. Se consolida el cariño. Ese amor por el orden y la justicia. Entretenimiento profesional. Disfraz incluido. Paso a paso. La #mrarc tiene su espacio. A gozar. Rafael A Rodríguez C.

#Cool

#COOL Hey, qué tal alcalde Bukele Ortez, ¿olvidaste que por la boca muere el pez? Izquierda progresista ¿ o será oportunista? ¿ Dónde dejaste tu camiseta efemelenista? En tu mesa desfiló la bendita suerte, Dicen que eres millonario , que has sabido moverte; Será por el trabajo duro, o por la inversión inteligente, el mugre capital, se nota, ha estado bien presente. Con el uso de razón y tu grado de bachillerato, Jugaste al empresario exitoso por un rato; Quizás insatisfecho le dejaste el pisto al Banco, Y te lanzaste a la política SV y su charco. Entonces, habitando en Nuevo Cuscatlán, De la mano del Frente, ejecutaste tu plan; militante inscrito, vestiste de blanco y rojo, inconsciente, quizás, de tu futuro despojo. CORO Y, bien, Nayib Bukele; Lo tuyo ¿Va ser Ballet o Bachata? Mejor bébete esta horchata, y ve poniendo ya la Tele. Con poco

Lo cierto es:

Hace 3 meses saludé en persona por primera vez a una señorita. Omitiré su nombre. No es necesario publicarlo. Empecé siguiéndola en Twitter, red social dónde me mantengo activo, dicen. Y tienen parte de razón. Previo a aquel saludo, setenta y siete kilómetros de carretera y camino vecinal. Vehículo automotor de por medio, me presenté esa tarde y el desenvolvimiento social, como casi siempre, fue el natural. Sonrisas, bebidas, plática tímida (la mía), parecía que una bonita amistad nacía. Percepción, después de todo. Entonces, la distancia fue abatida por mi entusiasmo e interés por la convivencia, pese a tener bien clara la suma detrás de los ingresos fijos. Y la visita pasó de lo semanal a lo de cada tres o cuatro días. Comidas, bebidas, pláticas, hasta sueños. Con el debido respeto y la distancia, controlando en todo momento y lugar a la atracción física. Menos mal, la bebida en lata se puso barata, costeando su consumo para toda la semana. Visitas a ferreterías, veterinarias, centr

#BodaPepe

El sábado pasado asistí a una boda religiosa. Un compañero de la empresa para la que trabajo nos invitó. Sí, tocó ir en grupo, recorriendo más de 30 kilómetros desde Metrosur. Esa tarde vestí la vieja guayabera blanca y me tocó estrenar (ajá) un pantalón khakis. Agradables telas, me sentí cómodo durante todo el evento. La pasé bien. Una semana antes se nos informó que la ceremonia iniciaría a las 3:30 pm. 45 minutos antes llegamos al lugar. Hubo espacio para ir a mojar los pies a la orilla de la playa, pero, el astro rey incomodó con su fuerza a mis acompañantes. Luego, el trípode, la cámara y mi intención de usar por segunda vez el equipo me mantuvieron apartado del grupo por hora y media. La espera justificada en los rayos solares, dieron la oportunidad para que algunos bañaran a los chiquitines en pañales. Un momento familiar. Un instante distinto. Una boda donde se escucharía el nombre "Jehová" muchas veces. Como pudo ser en el 2010. Como nunca fue. Porque la religión un