El Capitalismo del Siglo XXI (Parte III)

El presente se observa, comprende y respeta, aún más, bajo el conocimiento de su pasado. Sí, muchas cosas toman sentido. Las razones y los motivos aparecen. Todo proyecto o planificación se dota de lógica. El ánimo crece, se reconforta. Surge la voluntad y la acción. Pero, económicamente, ¿qué otros factores deben presentarse? ¿la herencia? ¿la clase social? ¿la educación? ¿la raza? ¿los bienes materiales? ¿la condición económica? ¿el poder fáctico? ¿las relaciones sociales? ¿la fama y la fortuna? ¡Bueno!  Usted decida. Hay libertad. Mientras tanto, intentando exponer un poco más sobre este nuevo "sistema" . Sí, existe el patrimonio. Se respeta. Y no, no se confunda. Ni Robin Hood, ni la ONU podrán salvarnos. El primero, por ser solo un personaje. La otra, no se mueve sin dinero. Sin capital. Sin la grasa hedionda del capitabismo. Pero, a mi no me crean. Pregúntenle a la OMS. Y a los gringos. En fin. Las riquezas, independientemente de su origen, salvo excepciones, se respetarán hasta su último centavo. Y se registrarán. Todas. El MINEC se encargaría, a través de una oficina con este fin particular. Una base de datos que deberá cruzar información con Hacienda, CNR, DIGESTYC, Alcaldía y otras. Porque, sí, a mayor ingreso, mayor monto de impuestos. Sin variar el porcentaje. Por equidad. ¿no? Ahora, una tarjeta electrónica. Una canasta básica. Cuatro horas de servicio comunitario. Respeto a las capacidades, las aptitudes, las destrezas, el oficio, los estudios y la experiencia para dicho servicio. Beneficio colectivo. El dinero, reafirmo, seguirá circulando. Su razón detrás: El emprendimiento personal. Cuatro u ocho horas del día. Libertad con responsabilidad. Justicia social. Antes, veinticuatro horas de servicio social cubierto. Todos y cada uno, segun su grado de responsabilidad. Le diste vida: hazte cargo. Durante la tuya. Guste o no. Quieras o no. Por el país. Por la población. Y, si quieres más, habrá más. Claro, par el que quiera.