#Cómo

"¡Cómo yo te deseo!"
"Na-na-na-naa"...
No, ya, en serio,
¿Cómo está señorita?
Décimo y cómo lo amerita,
Poco por rimar, decir y tuitear,
¿O no? va quedando cenar,
almorzar, el café o ¿desayunar?
Pero, cómo no lo voy a querer,
o si solo estás ahí, lo puedo ver,
bandera y papeles en mano, ¡cáspita!
pilas de lunes bien puestas, ¡recaspita!
Entonces, desde acá, observo,
el trabajo, las plataformas y el verbo,
el seguimiento, su mensaje y respuesta,
información valiosa sin encuesta.
Un paréntesis: ¿musicalizaré todo esto?
mejor no prometer, sujetarlo al talento,
si existe, aparecerá ¡Y ya! la encesto,
sino, mueve el alma, a ritmo lento.
Porque, sí, la vanidad habla de más,
critique, señale, pero guarda ese as,
sienta confianza, rechaza o abraza,
decide sobre las mariposas en la panza.
Ahora, volviendo al tema, el punto,
disculpe por tanta línea del adjunto,
cómo todo esto se podría evitar,
sin decirle al corazón: No te vas agitar.
Tendra que compartir el secreto,
en serio, así, con todo respeto,
sencillo dirá, control de intensidad,
y suma constante de dosis de humildad.
Sin tanta vuelta, se define otro "Cómo",
frialdad, entereza y mucha honestidad,
descubren, sin alharaca, otra buena verdad,
acercando lento y seguro la tapa al pomo.
Otras once estrofas con poca elocuencia,
intentando ordenar, descifrar, llevar secuencia,
Penúltima del décimo, ¿y cómo lo logré?
respuesta inmediata: en usted me inspiré.
Ahora, cómo le digo que solo es escritura,
letra sana, rima rápida, ajá, sin partitura,
ni pensar en el olvido, imposible tarea,
de ida y vuelta, constancia, como la marea.

Rafael A. Rodríguez C.
#drarc
05/03/2019