#LeQuiero
Sincera y egoistamente,
tu conquista es absoluta,
corazón, alma y mente,
te llevaste hasta la batuta.
Y, sí, parte de esa culpa es mía.
argumento débil ante esta autoridad,
sentencia ineludible y pizca de bondad,
notificación exprés, sin algarabía.
Entonces, usted presiona el corazón,
atiende las dudas y expresa su emoción,
obsesión típica hacia la desinterpretación.
castillos en el horizonte, ausentes de razón.
Pero, te quiero, insisto, repito.
constancia viva y por escrito,
del deseo adolescente y compulsivo
De lógicas por ratos, sí, confrontativo.
Ya, ya, adoptaré un poco de seriedad,
es hora de ubicarse y recordar la edad,
arriesgando al sentimiento unilateral,
al interés consciente, de criterio visceral.
Comienzo, pues, cuestionándome,
¿Full extras o cosplay natural?
Miedo que circula y traspasa el vitral,
con risa burlona, de lejos condenándome.
Continúo deseando tenerte cerca,
terminar estas líneas directas a los oídos,
con pausas a besos, también a gemidos,
consecuencia libre de esta gana terca.
Y, sí, otra vez por la tangente,
te quiero, mujer, aunque no lo creas,
aunque por ratos solo parezca inteligente,
de emoción fría y coraje con paperas.
Decidí dejarlo crecer, respirar,
soltarle la mano y verlo interactuar,
Ingenuo experto, de alegría ambivalente,
apuesta entera y riesgo consecuente.
Te quiero, insisto, aunque te aburra,
Independiente del sí, del no o del yo también,
o de cualquier respuesta que se te ocurra,
al corazón le latió y me tocó decir: Amén.
Ya, por último, te comparto una inquietud,
un temor, remordimiento o error de juventud,
¿Problema de interpretación o de mensaje directo?
¡Qué yuca! se va agotando mi poco intelecto.
Rafael A. Rodríguez C.
#drarc
01/02/2019
tu conquista es absoluta,
corazón, alma y mente,
te llevaste hasta la batuta.
Y, sí, parte de esa culpa es mía.
argumento débil ante esta autoridad,
sentencia ineludible y pizca de bondad,
notificación exprés, sin algarabía.
Entonces, usted presiona el corazón,
atiende las dudas y expresa su emoción,
obsesión típica hacia la desinterpretación.
castillos en el horizonte, ausentes de razón.
Pero, te quiero, insisto, repito.
constancia viva y por escrito,
del deseo adolescente y compulsivo
De lógicas por ratos, sí, confrontativo.
Ya, ya, adoptaré un poco de seriedad,
es hora de ubicarse y recordar la edad,
arriesgando al sentimiento unilateral,
al interés consciente, de criterio visceral.
Comienzo, pues, cuestionándome,
¿Full extras o cosplay natural?
Miedo que circula y traspasa el vitral,
con risa burlona, de lejos condenándome.
Continúo deseando tenerte cerca,
terminar estas líneas directas a los oídos,
con pausas a besos, también a gemidos,
consecuencia libre de esta gana terca.
Y, sí, otra vez por la tangente,
te quiero, mujer, aunque no lo creas,
aunque por ratos solo parezca inteligente,
de emoción fría y coraje con paperas.
Decidí dejarlo crecer, respirar,
soltarle la mano y verlo interactuar,
Ingenuo experto, de alegría ambivalente,
apuesta entera y riesgo consecuente.
Te quiero, insisto, aunque te aburra,
Independiente del sí, del no o del yo también,
o de cualquier respuesta que se te ocurra,
al corazón le latió y me tocó decir: Amén.
Ya, por último, te comparto una inquietud,
un temor, remordimiento o error de juventud,
¿Problema de interpretación o de mensaje directo?
¡Qué yuca! se va agotando mi poco intelecto.
Rafael A. Rodríguez C.
#drarc
01/02/2019
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