#BenditoDinero

Muchos dicen que eres sucio,
Que pasaste por varias manos,
El princio y el fin de un negocio,
Motivo de discordia entre hermanos.

Hiciste olvidar al intercambio antiguo,
y fomentas ahora valores exiguos,
generas confusión sobre la importancia de las cosas,
haciendo olvidar aquellas que son hermosas.

Billete, moneda o tarjeta plástica,
Chip, cajeros y fila tras la banda elástica,
Ahorro programado, depósitos a plazo,
Y el pago de tus deudas sin retraso.

Los templos sagrados del capitalismo,
Fachadas hermosas de un triste abismo,
Bóvedas blindadas de acumulación de valores,
burocracia que anuncia gritos y horrores.

Tanto tienes, tanto vales, o nos importas,
Si lo llevas, bien, sino, te comportas,
¡Recuerda! la clase social lo es todo,
¡Ubícate!, ¡Vete!, pues ya ni modo.

Saca la chequera, firma, transfiere la suma,
Usa la tarjeta, hay descuento en la Puma,
Consumo masivo, satisfacción superficial,
Remedios frágiles, ante lo esencial.

Pero, ¡Produce! ¡Vende! ¡Rebúscate!
Compite, esfuerzate, cumple la meta,
La retribución luego, talvez la hora extra,
Tu genera riqueza, al rato se reparte.

La cantidad no proporcional al sudor,
Menos al esfuerzo, el desgaste o el pudor,
La ley puso un mínimo, el resto acatamos,
y con este mercado nos (mal) acostumbramos.

Poderoso Don de cifras largas,
De billetes nuevos y tarjetas doradas,
Grillete invisible, celda reforzada,
Espíritu ciego, Humanidad cansada.

¡Pero! Dios bendice al dador alegre,
Y la viuda dio todo lo que tenía,
Diezma, pero perdona la rencía,
Ofrenda correcta, contento feligres.

Sistema injusto de retribución tardía,
Engaño cotidiano de un grupo de arpias,
La Naturaleza y su eterna sabiduría,
Rechaza el capital y su habladuría.


Rafael A. Rodríguez C.
#drarc
14/12/2018