Titular

Producto inglés de sombra masónica. El fútbol  y su monarquía centenaria. Entretenimiento, gozo, pasión y, tristemente, violencia. Un deporte más para unos. El único para otros. Federaciones, Ligas y Torneos en todo el planeta. Masificación, “marketing” y práctica diaria. Eso y más, sí, pero, esta vez solo será referencia.

La vida nos ocupó a cada uno en un "turbulento" pasado. Certeza de los detalles solo de este lado de la historia. Confianza en sus palabras. Usted define si vende el derecho para la filmación. Yo prefiero la Red. Acción, omisión, respuesta y reacción. La honestidad del alma y la sinceridad del trato. La carga del espíritu y el peso de la conciencia. Cada quién. Voy al punto.

Tres años de lectura y escritura dibujaron su imagen, un boceto, un borrador. Una idea, tan vaga como superficial, dependiente siempre de la observación, del interés y de la intención. La interacción pública sopló ilusión, despertó sentidos y secuestró atención. Detrás de la pantalla, los dedos, la emoción y el sentimiento en semilla.

Pero, que quede claro: No asumo. Expongo desde acá, consciente y ensimismado. La circunstancia presente lo amerita. Eso o el drama barato de este corazón malacostumbrado. En fin. Lo dicho: "Regresé al 98", a pesar de mis 32.

Casualidades y coincidencias, simpáticas o no, ahí están. No son cimiento, ni abono, mucho menos razón o justificación. Los gustos, los intereses y el calificativo "importante" pasa examen desde la mente y el corazón. Simple. Confundirse a estas alturas supone desperdiciar, retroceder y desaprovechar.

Lo dicho es cierto. Gusto, atracción y simpatía. El primer paso.

Ahora, la marcha se detuvo. Una pausa necesaria. Respetuosa de los tres tiempos. Porque esa "cuarta de más" duele, hiere y deja cicatriz. Tropezar, otra vez, supone incongruencia y deshonestidad. No vale la pena, por el momento.

En la cancha, aunque se lleve el nombre, se cuente con la formación integral y con aquellas características, cualidades y destrezas que embrutecen y enferman de amor, solo pueden haber once. Respeto a las reglas del juego, con la mirada fija en la misión, avanzando al ritmo acostumbrado, inspirado por su mirada y su sonrisa, pido que se rompa el silencio, castigue lo necesario, pero, de diferente manera. Firmemos la transferencia. A préstamo, si quiere. Necesito entrar a la cancha y el titular es otro.

Gracias.