Queiquito singular
El mes de octubre pasado, Jesús Ignacio, aún el vientre de su madre, participó desde ahí en sus primeras dos celebraciones. Familiares y amigos presentes. Momentos de felicitación y alegría. Él apenas percibía aquella algarabía. Eventos organizados y financiados por las abuelas, a quiénes debo agradecerles el gesto material. Cada fiesta tuvo su particularidad. Siempre es bienvenida la interacción entre ambas familias. Un par de pasos bien dados. Necesarios, por la consecución efectiva de El Plan. Las que se nos vienen, entre cumpleaños, fiestas infantiles y demás. Me quedo con el dulce recuerdo de los queiquitos. Acá les dejo una muestra.
PD: Gracias Caro.
Se ha escrito,
Paz y Bien

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