Promesas en Alameda

Las obras del SITRAMSS iniciaron hace algunas semanas en la alameda Juan Pablo II. Un dato conocido por usted, seguramente. Las obras abarcan hasta cuatro carriles de la vía capitalina. El tráfico en la ciudad lo resiente. El desvío de rutas ha sido necesario. Jamás me imaginé que la 101D podría llegar a tomarla a dos cuadras y media del lugar de trabajo. El VMT ha hecho su trabajo. Se nota con la presencia de los gestores de tránsito. La PNC también aporta su grano. La idea es hacer transitable el tramo en "reparación". Desafío nada sencillo para las autoridades. Si algo nos caracteriza es la inclinación por lo fácil y el desorden. El esfuerzo se nota día y noche. El avance marcará a estas alturas un 18%, pienso. Puedo equivocarme. Gerson Martínez aún no se aparece allá por la Philadelphia. Y si ya lo hizo, fue sin bulla. Los motoristas del transporte público se tragan como pueden el cambio de ruta y la población de a pie debe caminar un poco más. Dicen que la ejecución de las obras tardarán varios meses. Un dato tan relativo, al inicio, que conviene esperar el informe de los avances. Mientras tanto, hace dos fines de semana, empleados de la sociedad que ganó la licitación, destruían el "cordón" o separador que dividía la alameda en dos, allá por el Willy´s. Dicen que debieron construirlo para evitar el paso sobre la doble línea amarilla hacia la gasolinera. Son esos gastos que se evitarían de haber más y mejor educación. En fin.

Se ha escrito,

Paz y Bien.