Austeridad creativa
Hace unos días, como parte de la costumbre cumpleañera en el lugar de trabajo, se partió pastel a uno de ellos. Durante ese momento, lo de siempre: chistes por la edad, admiraciones o quejas asolapadas por el pastel, canto, risas y fotografías. Lo clásico, pues. Todo conforme a la costumbre. Pero, la nota graciosa la puso la creatividad de uno de ellos, al decidir partir los platos desechables en dos. El objetivo: aprovechar cada plato y servirle a dos personas su porción de "cake". Jaja, ¿qué les parece? A mí, más allá de la brillantez que pudo tener la iniciativa, me agradó su efectividad. El pedazo cupo y todos degustamos del mismo tranquilos. El medio ambiente lo agradecerá. Estoy seguro de eso. Mientras tanto, comparto con ustedes la imagen de ese día...
Se ha escrito,
Paz y Bien.

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