Partida fraterna
En octubre del 2009, con la colaboración de Guillermo M., iniciamos un Juicio Civil Sumario de Partición, en el Juzgado de lo Civil de Delgado. Representamos a la parte demandante. En este caso, una sexagenaria con domicilio EEUU. La base legal descrita en la antigua normativa Civil y de Procedimientos Civiles. Aún sin vigencia el nuevo código. La competencia en razón del territorio. La dificultad por el sitio de notificación. El desorden tangible dentro del tribunal. Como demandada: su hermana. La que se venía y se pudo evitar. Por justicia y razón, el juicio debió evitarse. Un bien inmueble perdido, a razón de una deuda monetaria. El salvataje fraterno mal agradecido. Postura repetitiva en algunos, a quienes les cuesta poco y reciben mucho. Lo tomé personal, cosa rara. La culpa la tuvo el cinismo, el desagradecimiento y la desfachatez de Rosa. De ahí partió la admisión temprana, sin prevenciones. De ahí en adelante, culpemos del retraso al viejo procedimiento, la práctica jurídica de ese Juzgado y el traslado de sus oficinas. A casi 4 años de la presentación de la demanda, la esperanza sigue ahí, sentada, observando los cambios de actitud repentinos, en los empleados judiciales, producto de la queja oportuna y la exposición de realidades. Y bien, el lunes se viene el sorteo, se cruzan los dedos por el 4 y sigo creyendo que tocará negociar por el 3. El azar, señores. Habrá que esperar...
Se ha escrito,
paz y bien.
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