Uta, sí.
¡Ahuevo! caliche y todo, porque se vale. Claro, sentimiento a flor de piel. Estrés laboral, para definir y ser conciso. A todos nos pasa. Las "salidas" siguen siendo variadas. Cada quien conoce dónde y por qué le apreta el zapato. Y, sí, aprendí la lección. 20:18, un pan supremo en tu estómago, té helado también, gracias a Dios. Probablemente, hubo refrigerio esta tarde. Desconozco si fue fruta, pan dulce, semillas o algo más. A 8 kilómetros y medio, empijamado, parece difícil protegerte del frío, de la lluvia, paraguas en mano. Del peligro de un tropiezo, un accidente, que el Señor no lo permita. ¿Sobreprotección? No lo sé. Prefiero decir amor y cuidado por el ser querido. Mientras tanto, las redes sociales me alejan de tu familia. Decisiones que no es necesario analizar...Tanto. Menos discutir. "Cada quien", repetía este mediodía, antes de pagar el pan con pavo. Conviene alimentar lo positivo, como tus palabras por Gtalk, cuando me dices "estuviste muy tierno". Eso nutre, llena, genera paz y felicidad. Un mediodía bonito, en Multiplaza. ¡Imagínate! ¿Por qué? Simple: Las presencias, su compañía y su significado. Ahora, queda esperar tu salida. Desde acá, calculo una hora más. Ojalá así sea. No quiero ni pensar en el hambre, sed y nivel de agotamiento nervioso a esta altura de la jornada. Ánimo.
Se ha escrito,
Paz y Bien.
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