Debate estéril
Concepto compartido. Mezcla de términos e ideas. Dos corazones, un par de mentes, un Plan (u objetivo). El ego y sus zancadillas inoportunas. Aparece y daña, o aleja. Da igual. Crea conflicto y separa individuos. Pasa, acá y en la China comunista. Y se vienen los gritos, las miradas serias y retadoras, los insultos, las calificaciones denigrantes, las ofensas. En fin, una batalla donde los heridos principales bombean sangre. Eso sí, cuando el amor y la razón se equilibran y caminan juntos, de la mano, en las calles de la vida, la dinámica varía. Cuestión de actitud y buen criterio. Al diablo el orgullo y la soberbia. Discriminación necesaria, urgente, imprescindible. ¡Ojo! sin restar méritos a la práctica de la tolerancia, la comprensión y el respeto a las diferencias. Conviene olvidar la argumentación por un momento. Se debe restar espacio a la disputa verbal e ideológica. El horizonte marca el Plan. Lo vemos, queremos, buscamos y de a poco, besos y abrazos de aderezo: encontramos. La perseverancia: Pásala.
Se ha escrito,
Paz y Bien.
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