Tome numerito
La frase típica del vigilante o empleado de institución, banco u oficina donde la atención se da siguiendo el orden de la numeración en la pantalla. ¿Se lo han dicho? A mí por lo menos 15 veces en los diez que tengo de laborar. A veces toca tomarlo, otras te lo entrega una linda señorita o un amable caballero. Cuando estos dos faltan toca usar el tacto en la pantalla electrónica. A menos que salga un vigilante diligente y te pase el papelito antes de que vos recordés lo que llegás hacer al lugar. Suele pasar en los bancos. Usted no se ahueve. Nos pasa a varios. Este martes, a mí, en el Agrícola de Santa Elena. Tomé la decisión de alargar el "ride" que me dio #ElSerAmado y fui a parar hasta Antiguo, olvidando por un buen rato que iba a regresar en microbús y con más de 50$ en la bolsa. Un riesgo en el transporte colectivo de este país. Peor aún abordo de una 44. De todos modos, entré al banco, tomé el número, ví la pantalla, busqué silla y me senté. Me pareció curioso que dos sillas estaban vacías al lado de la señora de vestido azul. No la pensé mucho, reposé la espalda baja en la espuma tapizada, mientras observaba a la persona de al lado: Una mujer en yinas y vestido de empleada doméstica. ¿Se debió a eso su "soledad" en aquel lugar? Raro, en la sucursal habían por lo menos 50 personas esperando turno. Para no aburrirles, lo pensé y desistí la espera. Bolsillos vacíos, corazón tranquilo. Este mediodía en Hacienda un señor se quiso pasar de "vivo" en la cola de las solvencias. Toqué su espalda y le dejé claro cuál era su lugar. Orden, disciplina, respeto, muy escasos en esta sociedad.
Se ha escrito,
Paz.
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