Eso es todo...¡Felicidades!

Jueves, hora santa en proceso, a pocos metros. Una vuelta laboral, un par de documentos sobre el techo del vehículo y al mandado. Como es usual, sin parqueo disponible. Toco caminar varios metros. Ejercicio y salud, previo al desembolso. El vehículo estacionado, emprendí la marcha, a pie, sin evitar recordar años atrás la travesura navideña de unos cheros. Ya, en el lugar, el área de información, una señorita sentada, otra de pie, en medio del paso de los visitantes. Las consultas, sus aclaraciones, el "brochure", el DUI, mis datos, los tuyos y el registro computarizado. Un estado civil descrito en plástico y otro, desde sus cuerdas vocales, con el aliento, vagó en el aire de aquel lugar. El trámite administrativo, la identificación del doctor, lo estándar y la firma. El paso a la caja, la cartera, el papel moneda, el papel amarillo, la sugerencia y la persignación. Salida, la noche y el vehículo en solitario. Van quedando 6. Dios mediante.

Se ha escrito,

Paz.