Etiqueta innecesaria
No. Esta vez no me refiero a los buenos modales. Tampoco a la correcta postura. Ni al adecuado lenguaje corporal y verbal. Esos temas dejémoslos para otra entrada. Hoy hablaré de facebook. Seré breve. La Red Social de moda. Preferida sobre twitter. La razón se las dejo a los usuarios. A mí me gustan las 2. Mal cae la crítica que hacen de la primera. En fin. El manejo de imágenes, el chat, las aplicaciones y los juegos dotan de entretenimiento y jolgorio a la "creación" de Mark. Y de rentabilidad, me imagino. Su uso, como plataforma social, facilitado desde el móvil hasta las "tablets", pasando por la PC y demás dispositivos. Varios millones ingresando su clave a diario. Facebookear apasiona, envicia, traumatiza. Cuánto "poder" detrás de un "like", dos clicks o de un par de líneas de comentario. La vida y sus detalles en la web. ¿Intimidad? ¿Reserva y confidencialidad? conceptos enterrados, desde la perspectiva 2.0. Pero, pese a ésto, la etiqueta no va conmigo. En perfil publico, sin nombres, ni dobles intenciones. Quizás solo comparto el chocolate. Eso sí, a mi manera. Esta entrada debí publicarla hace 7 meses.
Se ha escrito,
Paz.
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