Los 8 y el deslizadero
El almuerzo, los Arcos y Santa Elena. 30 minutos a Fuego Lento. Buen sabor, lo admito. La queja por el fresco. Nada más. ¡Ah!, no, lo olvidaba: Las tortillas. Por lo demás, bien. Una vez por semana, será considerado. Habrá que preguntarle a ella. Digestión y agenda. La crueldad del relój ausente. El tiempo, los compromisos laborales, su rebeldía. Estacionado el vehículo, decidimos caminar. Madreselva 2, sus gradas, las bancas y la poca vegetación. Culpaste a la erosión, yo al mantenimiento, a la falta de agua. Doña Mila tendrá su explicación. Mientras tanto, el sol, la incomodidad del suéter, la blusa ajustada. La caminata se acortó, la banca nos recibió y la plática se dió. Poco agradable el tema, necesaria su expresión, final feliz. 8 meses transcurridos, bendición y regalo, decisión, plan y vida. ¿Para qué negar los raspones?, ¿Para qué negar la sonrisa?, como cuando bajabas el deslizadero. Gracias. TAB.
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