El sol, la grada y el Cusca
Domingo por la tarde, una promesa pendiente. La falta de efectivo se presentó como obstáculo. No tuvo eficacia. Un cajero y la tarjeta de débito facilitaron el billete para cancelar en taquilla. Esta vez Sol (o Vietnam, pues). Yo, sin cachucha, ni bandera, pero con la camiseta puesta desde las 8 AM. Los 4$, el boleto roto y la revisión policial, esta vez visual. El ingreso al Coloso, los equipos en la cancha y la pizarra electrónica que marcaba los cuatro minutos de juego. Directo a la grada más alta, caliente, víctima inocente del sol, facilitadora del mal de orín, testiga muda de tantos partidos de fútbol. Por ratos, miraba al cielo, esperando la misericordia de la naturaleza y el paso de una nube. ¡Qué asoleada, señores! No se repite, buscaré el lado sur, donde el tablero hace sombra. Del mascón, muy poco. Extranjeros "por gusto" en el equipo blanco. Quizás sea muy temprano para aseverar. El paso de las jornadas me darán la razón, o me la quitarán. Del rival, la gana, el coraje, la fuerza. Poco presupuesto, mucha idea, confianza en el DT, seguimiento al proyecto. En síntesis: Buen trabajo. Al medio tiempo, los dulces, los niños y las "chicas Pepsi". Colirio para unos, azúcar para otros. Temí consumir un "chorriado", solo bebí agua. Las mujeres y la Ultra se llevan bien, lo comprobé. Arrancó el Segundo tiempo, un poco más de lo mismo, hasta que llegaron los goles. Marcador final, 1-1, Alianza F.C. desaprovechó la oportunidad de sumar 3. Primera fecha, próxima jornada: San Miguel. A ver qué tal en el Barraza.
Se ha escrito,
Paz.
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