S I N C E R O
En mayúsculas y letras separadas. ¿Por qué? Por seriedad, atención y respeto a la verdad. No, no me detendré a hablar sobre "la verdad". Para ello necesitaría dedicar el espacio de otra entrada. Ayer decidí ser sincero. Y no, no se equivoque, la sencillez y la veracidad han existido, solo debieron "esconderse" mes y medio, aproximadamente, por aquello de evitar conflictos. Error o no, se dio, hasta hoy. Esta tarde, de testigo el vehículo, el calor de una discusión puso a prueba la intención en la expresión sin fingimiento. Esta vez, no se colocó la otra mejilla, tampoco se bajó la mirada. Vista al rostro se manifestaron razones, motivos e interrogantes. No gustó, ni debía hacerlo. Desagradable experiencia que terminó en ese silencio tan incómodo. En fin. Conclusión: Si se pretende un desenvolvimiento sin fingimientos, deberá procurarse evitar la molestia o las razones que la originan. Digo, por simple ejercicio de la "regla de oro". Piénsalo.
Se ha escrito,
Paz.
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