Cinco

Las vocales; los continentes del planeta; los sentidos del cuerpo humano; los dedos de las manos y de los pies (bueno, depende); los mandamientos de la Santa Madre Iglesia; los hijos de mi abuela Elisa; los años que debió durar el curso de todas las materias en mi carrera universitaria; los años de un mandato presidencial en este país;  los océanos del mundo; las secciones en el bachillerato del colegio; los pasos para una buena confesión; los puntos que ofrecía bajar en conducta el hermano Vallejo; las sillas no patojas en el comedor de mis padres; el número de la pelota de fútbol que llevé al consultorio del Dr. Sifontes aquella tarde de Febrero; el precio del balde sin boca en la Zona Real; la denominación menor de los billetes en circulación; los días que deberían de ser laborales durante la semana; las horas mínimas de sueño para despertar con buen humor; mi nota final de Escritura en quinto grado; los "power rangers"; las veces que he bebido más de una cerveza; los grados de alcohol de la Smirnoff Black Ice; los leones de Voltron; los jugadores en cancha en el fútbol de playa; como ordinal, el mes del año en el que cumple años mi hermano Gerardo; y, sí, los meses transcurridos desde aquella tarde-noche en los alrededores de la UES. ¡Gracias!