El Recuerdo y San Miguel

Ayer, acompañando a mi madre y hermanos, asistí al almuerzo celebrativo con motivo de la reciente graduación universitaria de mi prima, Flora. Esta vez, tocó visitar la ciudad de San Miguel. Poco más de 130 kilómetros recorridos de ida, más los de vuelta. 15$ dólares de combustible (pudo ahorrarse un poco de eso, debo reconocerlo), una carretera Panamericana con varios baches en el trayecto entre el desvío a San Martín y el de Lolotique (Ya hablaba don Gerson al respecto, en una entrevista matutina transmitida por televisión). 

Y bien, el evento se llevó a cabo con toda normalidad. Los detalles me los reservo. La perla nos recibió con su calor característico, pero, pese a la vestimenta, bastante soportable, la verdad. Buen clima esta vez, gracias a Dios.

Debo decir que, a pesar de la distancia (la mayor sometida hasta la fecha) desde aquella silla, rodeado de familiares y amigos de la agasajada, estuviste "presente en mente y corazón", recordándote con más fuerza al escuchar la interpretación de esta canción...

Se ha escrito,

Paz.