Dudas de Homilia

2 meses acá retomé la asistencia a misa los domingos. Acompañado por mi madre en una ocasión. El resto, solo. Me confesé y comulgué casi el mismo día. Ya hacía falta, lo admito. Hoy, San José de la Montaña. Un sacerdote de piel morena, negra dirían algunos. Le entendí lo necesario. Por ratos, me perdía en su discurso. Su exposición fue ordenada, su pronunciación casi inteligible. Eso y la distancia. Tocó misa de pie. Me tomó de sorpresa, esperé ver a Mons. Delgado. Pero, su estilo terminó agradándome. Por un momento, me sentí en otro país, con un coro movido al ritmo de la alabanza. De película. Culpo a lo novedoso. Frente al párroco, te acostumbras o eliges. Respeto o tolerancia, y entre ellas libertad. El Evangelio y sus emisores. Su formación, criterio y grupo de pertenencia determina la forma, los adornos, el envoltorio. Mientras la esencia se mantenga, me sentiré cómodo. El manejo será fundamental. Es agradable escuchar al ser amado pronunciarse al respecto. ¡Bueno! atenderle ha sido, es y será, Dios mediante, siempre, un placer. Ya habrá momento para cumplir el primero de la Santa Madre Iglesia. Pienso. Luego vendrá la existencia.

Se ha escrito,

Paz.