Reloj
de pulsera...Lo llevo en la izquierda. Hace 5 años, mi regalo de graduación, desde el extranjero. Sí, cruzando el charco Atlántico. Agradecimiento a la familia, ahora, por ellos, puedo portarlo. Análogo, con varias "agujas", una marca los 60, otra los minutos, la chiquita y gordita, la hora. Debo acostumbrarme. Hoy, caminé 2 kilómetros, entre la Primera y la Séptima Avenida de S.S., sin miedo, despreocupado, olvidé quizás que lo portaba. ¿Exagero? Sí, probablemente eso haga, su valor se sentimentalizó. Pesado, la batería le dura un poco más del año, su costo aumentó, ¿por la crisis? Puede ser. Pretendo no ver más el móvil, ni la pantalla. Levantaré el antebrazo izquierdo y leeré las agujas. Insisto, debo familiarizarme. Mientras tanto, lo cuido, intento no mojarlo al lavarme las manos, le seco de inmediato el sudor. En fin, lo llevo puesto.
Se ha escrito,
Paz.
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