"Es lo que toca, ¿no?" LQ

Ser Alguien, la respuesta. Pero, ¿quién? Decidí salir de acá y valió la pena. La independencia económica me hizo madurar y reconocer el valor de cada centavo ganado e invertido. Acostumbrado a ver barrido, trapeado, lavado y planchado por un tercero, tocó aprender y practicarlo a diario. Quedé en deuda con la plancha. En fin. Bonita lección. A la bolsa. Al olvido aquella "incomodidad familiar". La apuesta, ahora, era brindar felicidad, cariño, estima, vida conyugal. El reto me atrajo, lo tomé, dí los pasos necesarios, me apegué a mis líneas, pero, ¡Ay! pequeño detalle, olvidé la trama original. Seré sincero, pecado "amateur", sin casting, libré del "mal" y olvidé mi bien. Pretendí ser Popeye, sin consumir la espinaca. Mezclé los números, recordando al de arriba, pero, insisto, me "hice el suizo" y pisotié el DS. Alegrías, tristezas, verdades y mentiras. El rescate cumplido, el grillete colocado, la distancia formada. Toleré otro vegetal, recordando equivocadamente a Karol. Escuché la voz, sin comprender. Abracé, sentí su salida, noté las marcas en su rostro, pero, obstinado, cerrado, jugué al papel de obispo. ¡Vaya! ni a los vecinos atendí, pues. El uno con la música, la otra a pura plática. Ni así. Sencillo, escenas extras, mientras el polvo cubría el Guión. Otra más a la bolsa. 2012, marcado y dicho, tuiteado, blogueado. El tiempo y las decisiones. Una más de Junio. Solución en Septiembre. ¿Premonizado? Ya veremos. El daño y su alto. Justo y necesario. Vuelve el coraje, el amor propio, la humildad. De la felicidad, el amor y la alegría en el corazón hablaré en otra entrada. ¡Es lo que toca, ¿no?!

Se ha escrito,
Paz.