Mi médico...#ComoNo
29 años, casi treinta y no recuerdo haber ido más ocasiones que mi edad al médico. ¿Suerte?, ¿Buena salud?. Quién sabe cuál de las 2. Aplicaría por lógica más la segunda, ¿no?. Digo, en insisto, por lógica.
Recuerdo que hace 5 años, aproximadamente, tuve que visitar de emergencia a un especialista en pulmones -van a disculpar que no recuerde su nombre en este momento- estaba mal, muy mal, todo por un descuido a la hora de pintar el cuarto que ocuparía en el Despacho. Lo hice descalzo en el piso frio y con las ventanas cerradas, exponiendo los pulmones al olor de la pintura por casi 2 horas. ¡Gran regada!, bien jodido. Ya ni recuerdo lo que tenía. Era casi un trabalenguas. Reposo y medicina por 5 días.
De pequeño, visitaba llevado por mi madre al pediatra. Recuerdo aquel espacio de juego en la Sala de Espera. El caballo de madera que mecía a todo aquel que lo montara. La casa de los carritos, los cuadros con las letras en las paredes. Ya, adentro, la báscula, el canepé, los bajalengua con ese sabor particular, las paletitas al final de la consulta y el adorno metálico que invitaba a tocarlo mientras esperabas la receta del Dr. Interiano. ¡Gratos recuerdos!.
Haciendo memoria, no recuerdo haber estado internado en un hospital. He visitado a mi mamá, a mi hermana, a mi hermano, creo, pero yo, acostado en la cama de un nosocomio, la verdad, no lo recuerdo. Aunque, pensándolo bien, hace 7 años tuve un problema con mi sistema nervioso que me llevó a visitar la Farmacia, para pasar consulta con la médico del lugar. Un par de inyecciones y listo. Bueno, eso y una nueva actitud en la vida. Quedé bien, gracias a Dios.
Sin embargo, hace un poco más de 3 años, recaí. Esta vez la molestia no fue en los pulmones, ni en la piel, como cuando tuve varicela. Esta vez fue diferente. No tuve calentura, ni mocosera, tampoco tosía, ¡Bueno!, no era una tos con flema. Dicen que los nervios me estaban fregando, otra vez.
Yo, que viví a fondo el "problema", tengo bien claro lo que sucedió aquellos días. 3 para ser exactos, aunque no me extrañaría que hayan sido 4. Mi familia, preocupada. Obvio, no mostraba normalidad. Quizás sí coherencia. Claro, para descifrar eso se requiere minuciosidad. Se necesita de un lento y cuidadoso análisis. Nadie estaba preparado para ello. Al menos, dentro de la casa que me brindaba su techo y paredes.
Y sí, mi madre desesperada, sin mostrar manifiestamente su preocupación, decidió buscar un médico. Jeje, bien recuerdo aquella tarde que caminamos hasta Ciudad Merliot. Recuerdo aquellas camionetas sobre la calle Al Mirador, saliendo del Crowne Plaza, el Club Árabe y el ex-redondel Luzeiro, mientras yo, observaba, con el arma en la mano, esa de plástico transparente medio celeste que guardo con mucha devoción.
Ni hablar del momento en aquella calle en Merliot, a la izquierda de aquella pasarela donde había publicidad del PCN, con el rostro de Ciro Cruz Zepeda. Ahí pasaron tantas cosas raras. ¿Raras?, jeje, no creo que ese sea el calificativo. Extraña la actitud del vigilante que no pudo orientarnos con la dirección que buscabamos. Jaja, tanto que recordar y tan poca necesidad de hacerlo público. Debería de aprender.
De aquella tarde en la que asistí en shorts color azul, camiseta blanca, zapatos blancos, a aquel consultorio. También me esperaban, lo sé. Todo bien planeado, todo por cuidado. Un loco circulaba en las calles de S.S. y debía detenerlo. No lo lograron con el primer psiquiatra, debíamos ir donde el jefe, donde el Dr. Sifontes. Esta es la prueba de la visita:
¡Cara! la consulta, homb.
No hablaré de lo que me esperaba en el pasaje. Ahí, el futbol se hizo presente. Y las imágenes seguían apareciendo. También los ruidos. Sin duda, este "poder" no es cincueyuca. Me inquieta.
Se ha escrito,
Paz.
Te digo algo, en mi casa yo soy el que menos se enferma, y todos lo reconocen. El último momento feo que tuve fue allá por la segunda mitad del 2007 cuando realmente me puse mal.
ResponderEliminarPor lo de los médicos una excompañera del colegio estudia medicina, y ya quedamos que ella va a ser mi médico de cabecera.
Me alegra por vos.
ResponderEliminarEsta entrada tiene un "trasfondo" oscuro y delicado.
Cuidate, Denis.