500 Mg. de Ley, por favor.

La Plenaria de esta semana, en la Asamblea Legislativa, fue histórica.

¡Bueno!, así lo dijo CREO, en su "e-mail" semanal. ¿Le parece?.

A mí, no mucho, la verdad.

Sea como sea, se aprobó el decreto que contiene la famosa "Ley de Medicamentos".

Sí, 9 años después, dicen algunos. O sea, 3 legislaturas "distintas" (muchos diputados siguen calentando el mismo curúl), se tuvo que elegir para dar este paso jurídico.

¿Desgastante, no?. ¿Demasiado tiempo?. Hmm, esa respuesta requiere de más análisis.

Debo decir que no pretendo hacer un estudio minucioso de este cuerpo normativo.

El proyecto fue aprobado y ahora, como parte del proceso de formación de Ley, espera la sanción presidencial.

Por ahí leí que el Ejecutivo había presionado por los votos, de seguro para antes de Marzo el texto estará en la Imprenta Nacional.

Los medios tradicionales no publicarán tal suceso, me parece. Una lástima.

Tanta rapidez se contagia, sino, miren el anuncio televisivo del partido principal de izquierda, levantando la copa, celebrando el triunfo legislativo. En pocas palabras: generando réditos electorales.

Lo dije en twitter, esta aprobación olía a eso y más. Ojalá y su aplicación no duerma el sueño de los justos.

Y no me lo están pidiendo, pero, me ofrezco a colaborar en la redacción del Reglamento. Total, con cierta experiencia, ya cuento.

Confieso que no confío mucho en la medicina, en los químicos, en los jarabes y las pastillas. Critico su uso y, casi siempre, busco evitarlo.

Eso sí, reconozco su empleo, sobre todo cuando percibo la derrota del agua, el reposo y la buena alimentación.

Y, sin embargo, por prescripción médica, su uso se vuelve necesario, esencial, básico, si de conservar o recuperar la salud se trata.

La humanidad lo sabe y, por ello, le ha dedicado siglos a su estudio e investigación. Muchas carreras profesionales se dedican a su análisis y comprensión.

En fin, un mal necesario, así lo veo yo.

Siempre he creido y confiado más en la prevención.

A mis 29, haciendo memoria, las visitas al Médico han sido producto de "descuidos" personales. Lo tengo claro, lo he previsto y, en los últimos 5 años, lo he evitado. Ni una sola visita a clínicas, hospitales o centros de salud.

Cantar "victoria", sería prematuro, osado, obstinado.

Prefiero cuidar mi alimentación al mediodía. Es justo y necesario.

Pronto, la Ley estará vigente, y aunque su total aplicación depende de un Reglamento, debo reconocer que ya se dio un paso, demagógico, quizás, pero ya se avanzó.

Reducción de precios o valores justos, lo que venga, como se vea, ojalá se convierta en una muestra más que la Justicia Social puede desarrollarse en este país.

Me pregunto cuál será la opinión de los médicos ante esta Ley.

Se ha escrito,

Paz.