Los Acuerdos y la Paz, ¿antónimos?

A mí, me queda la duda.
Y me sigo preguntando, ¿estaré exagerando?.
No falta aquel que manifiesta que la Paz, en este país, es "puro cuento".
Lo objetivo, lo real, lo evidente: El enfrentamiento armamentista terminó.
Para algunos, la "guerra" pasó de los cerros y las laderas, a los pasillos y curules de la Asamblea.
Las ideologías facilitan la permanencia de la división política-partidaria; a Dios gracias, actualmente en un ambiente más tranquilo y respetuoso.
¡Bueno!, hasta que se llegan los días de campaña electoral.
20 años de la firma y muchos compatriotas siguen esperando.
No me queda claro el qué, pero percibo que muchos no están conforme con lo que ven a su alrededor.
Me pregunto si mantendrían la opinión de haber menos delincuencia y expresiones de violencia en las calles y barrios del país.
Las armas callaron, al menos las de los militares y los insurgentes (o guerrilleros, pues).
Ahora, un par de letras, algunos gramos de droga o el alcohol en la sangre, son los motivos que hacen halar los gatillos.
La solución sigue presente en la educación, en la formación en valores y en las mismas buenas costumbres.
Yo sigo creyendo que, a diferencia de los sesentas y setentas, las expresiones democráticas y el Respeto al Estado de Derecho, dentro del territorio salvadoreño, han mejorado.
La participación de las distintas fuerzas políticas lo demuestra y comprueba. El ejercicio libre de los derechos fundamentales, también.
La paz, un estado psicológico y material que solo requiere de 3 letras para conceptualizarse. Y, sin embargo, su nacimiento y desarrollo no solo depende de un papel, un bolígrafo y algunas firmas.
Y mientras no reconozcamos que depende de la actitud y la buena voluntad, el respeto al derecho ajeno seguirá siendo solo una utopía.
Esta entrada debí publicarla hace 13 días. A ver si un día de estos me pongo al día.

Se ha escrito,
Paz.

Esta entrada debí escribirla hace 13 días.

Comentarios

Entradas populares de este blog

#HastaPronto

Propósitos 2024

#Ex