Mire, ¿Cada cuánto?
El otro día, antes de ingresar a las oficinas del CNR, acá en San Salvador, pasé por la "tiendita", porque necesitaba "sacar" un par de copias.
Ya en el lugar, se acercó una persona y pidió unas "virogrip" (disculpe el comercial).
¡Ja!, un "changarrito" completo, con fotocopiadora y medicina incluida.
Recibí las copias, cancelé su costo y mientras esperaba el "vuelto", el cliente "griposo" le pregunta a la persona que le atendía:
- Mire, ¿cada cuánto me las tomo?.
¡Vaya, vaya!, inquietante, ¿no?. Pese a que el medicamento indica en su envoltorio la dosis y el tiempo en el que debe ser ingerido, la atención y el interés mostrado por este cliente, durante la compra del producto, me hizo pensar que le puso más confianza a la opinión del empleado del negocio. #Cositas
Acá en el país, no solo se vende cara la medicina, algunos dicen que es puro almidón en sobres, ¿será?.
Bueno, sea como sea, no falta el carretón sobre las calles y el visitante de las colonias, con megáfono incluido, ofreciendo las "neurobion", casa por casa. #SoloEnSivar
Y se vende, aunque usted no lo crea, lo he visto al caminar por las calles de la capital.
Por baratas, por comodidad o por simple conveniencia, la gente las consume, despreocupándose de detalles esenciales como su fecha de vencimiento.
Me pregunto, ¿dónde queda la función del Dr.?, ¿qué hay de aquellas medicinas cuya comercialización depende exclusivamente de una receta médica?, ¿Y si se ingiere más de la dosis, por seguir las indicaciones del vendedor ambulante?.
Ni hablar de los efectos secundarios.
Delicado, ¿no creen?.
Mientras tanto, los desparasitantes "diadolar" seguirán vendiéndose dentro de las unidades de transporte interdepartamental, sin receta y con la sola indicación del pequeño comerciante, quien busca mantener a su familia, brindando "salud" a quien decide -y puede- comprar su producto.
Insisto, inquietante. Pero, sigue siendo un problema socio-cultural, ¿no les parece?
Recuerde, amigo lector, antes de consumir un químico, ¡Consulte a su médico!.
Se ha escrito,
Paz.
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