Secuestro en la 101-D
Título de entrada al mejor estilo de Agatha Christie. #YdeDonde
Ayer por la tarde, venía de Merliot hacia S.S., en una 101-D.Me tocó ir de pie, por ello, me fui hasta la parte posterior del bus.
Tráfico de viernes sobre el Boulevard Chiltiupán.
Eran las 4:20 pm. La unidad se detuvo en la parada a un costado de "Las Cascadas", el motorista abrió la puerta delantera y dejo subir más pasajeros.
Clásico, por desgracia, más de 20 ibamos de pie en el interior del bus.
Al subir el último usuario, siguió su marcha y antes de incorporarse al redondel, se escuchó el ruido de un vidrio al quebrarse.
Quien conducía el vehículo en el que me transportaba, premeditadamente, se acercó lo suficiente a otro bus de la ruta 101-C, como para quebrar el espejo retrovisor del mismo.
La reacción a partir de tal evento: La clásica.
El que sufre los daños le echa el bus al otro, olvidándose que al interior de éste transporta seres humanos, exponiendo la integridad física y la seguridad de los mismos.
Pero, esta vez, el motorista del otro bus, sacó un tubo de hierro de unos 50 centímetros de largo, e intentó golpear las ventanas de la unidad en la que iba.
Momentos de tensión al interior del bus, facilitaron las lágrimas en el rostro de un menor de edad, testigo del salvajismo de uno y otro conductor.
En la parada de Multiplaza, todo empeoró.
El bus en el que iba frenó la marcha, dejó subir a más gente, como si fuera muy poco el público para el show de los educados motoristas, mientras uno de ellos dejó cruzada su unidad frente a la otra, se bajó con el tubo en la mano y discutió con su colega.
Gritos, insultos y amenazas, aderezaban el ambiente esa tarde, mientras la gente dentro del bus pedía a los motoristas que arreglaran sus diferencias "cuando estuvieran en la cárcel".
Uno se atrevió a decirle al conductor del otro bus que estaba "cometiendo un delito", al tener privados de libertad a más de 50 ciudadanos, ¡Qué tal!.
Y bien, el drama concluyó segundos después que el conductor con el tubo quebró el espejo retrovisor del otro.
Fin de la historia.
La razón de estos hechos: Venganza.
El primero se queja del otro manifestando que le obstaculizó el paso y la llegada a una parada de buses.
El otro, simplemente reaccionó al "accidente" que causó daños en la unidad que conducía.
En fin, la actitud inadecuada, la menos sensata, la más inmediata y "visceral", la incorrecta, pero, desgraciadamente: la típica, la clásica, la usual.
Una lástima, sin duda alguna.
Menos mal, no se pasó de los daños materiales.
¿Culpables?, ¿Responsables?
No faltó aquel que se preguntó por la presencia policial.
¿Tendrán que ver en todo ésto los empresarios-dueños de los buses y microbuses?.
Concluyo con la interrogante, ¿hasta cuándo?
Se ha escrito,
Paz.
Jamás imaginé que saldría con el comentario que tenía 50 personas secuestradas jajaja
ResponderEliminarAsí son la mayoría, hay otros que son mas civilizados para negociar cuando ha habido un accidente
Mira amigo, hace ratos que digo esto:
ResponderEliminarCon o sin carnet, pagadas o no pagadas las multas, los motoristas y cobradores siempre van a ser los mismo, por eso este problema nunca se acaba
@Wendy: Jajaja, aún sonrío al recordarlo. Saludos.
ResponderEliminar@Denis: ¿Te parece?. Mala onda, para nosotros, los triste usuarios. :( . ¡Cuidate!