¡Buenas! ¿depositaste?
Leí hace varios meses que, en este país, circulan por sus calles más teléfonos celulares que ciudadanos.
¿Posible?. Pues, sí. Pero, que conste, no he dicho en uso.
Sin embargo, me atrevería a afirmar que hay más líneas móviles que habitantes.
Sáquenme de la duda, señores de la SIGET. #Solamente
Y bien, el otro día iba caminando sobre la 5 Ave. Nte., me dirigía a la oficina.
Los zapatos en uso no aguantarán otro invierno.
¡Apuesta segura!, como diría Raúl.
4 años soportando la inestabilidad de mi peso. Es justo su cambio.
Curioso, su par de reemplazo se empolva en la zapatera.
¿Cambiaré de actitud algún día?. Lo dudo. La austeridad y el "antimaterialismo" devora mi personalidad. #Cositas
Aquella mañana, no llovía, eran casi las 11 de la mañana, sudaba la camiseta blanca y el "Malibú-PlayBoy" apenas lograba su cometido. Triste, la verdad.
Y pasando frente al restaurante "La Última Luna", un transeunte inició una llamada por celular, con la frase título de esta entrada.
Debo ser sincero, de golpe me impresionó. Ni 15, ni 30, tampoco 31, pero el depósito del billete se exigió, y desde el arranque. Lo peor, en banco. Dichosos trámites bancarios.
La necesidad, sin duda. Pero, ni esa nos "ahueva". El salvadoreño se rebusca, la "coquea", no se deja. Le hace frente. Tiene claro lo caro del minuto en el móvil y su llamada va al grano, sin tanta vuelta, sin mucha paja, ¿sí o no?.
Doble, Triple o cuadruple saldo, ¿para qué?. Acá mandamos sms, usamos el bbm (los que pueden, pues) y consultamos la compañía del número, antes de hacer la llamada. Eso, entre otras cosas.
Y usted, ¿cómo le saca el jugo a su saldo?.
Se ha escrito,
Paz.
¿Posible?. Pues, sí. Pero, que conste, no he dicho en uso.
Sin embargo, me atrevería a afirmar que hay más líneas móviles que habitantes.
Sáquenme de la duda, señores de la SIGET. #Solamente
Y bien, el otro día iba caminando sobre la 5 Ave. Nte., me dirigía a la oficina.
Los zapatos en uso no aguantarán otro invierno.
¡Apuesta segura!, como diría Raúl.
4 años soportando la inestabilidad de mi peso. Es justo su cambio.
Curioso, su par de reemplazo se empolva en la zapatera.
¿Cambiaré de actitud algún día?. Lo dudo. La austeridad y el "antimaterialismo" devora mi personalidad. #Cositas
Aquella mañana, no llovía, eran casi las 11 de la mañana, sudaba la camiseta blanca y el "Malibú-PlayBoy" apenas lograba su cometido. Triste, la verdad.
Y pasando frente al restaurante "La Última Luna", un transeunte inició una llamada por celular, con la frase título de esta entrada.
Debo ser sincero, de golpe me impresionó. Ni 15, ni 30, tampoco 31, pero el depósito del billete se exigió, y desde el arranque. Lo peor, en banco. Dichosos trámites bancarios.
La necesidad, sin duda. Pero, ni esa nos "ahueva". El salvadoreño se rebusca, la "coquea", no se deja. Le hace frente. Tiene claro lo caro del minuto en el móvil y su llamada va al grano, sin tanta vuelta, sin mucha paja, ¿sí o no?.
Doble, Triple o cuadruple saldo, ¿para qué?. Acá mandamos sms, usamos el bbm (los que pueden, pues) y consultamos la compañía del número, antes de hacer la llamada. Eso, entre otras cosas.
Y usted, ¿cómo le saca el jugo a su saldo?.
Se ha escrito,
Paz.
Comentarios
Publicar un comentario