Ser seleccionado ACÁ...
Debe ser, creo, una razón de orgullo y satisfacción.
Sí, me refiero al hecho de ser parte de la llamada: Selecta.
Con el uso de razón con la aguja a la mitad, recuerdo ser aficionado azul y blanco desde la época de Raúl Ignacio y Mauricio. De ahí para atrás, poco o nada recuerdo. Tengo mala memoria. Qué lástima.
Hay quienes dicen sentir orgullo de vestir la azul. Otros, concentrados en su objetivo personal, le ponen alma, corazón y vida, como diría Eugenio, a quién parece ser que no lo quieren escuchar comentando los partidos de la Selección Nacional. Se verán cosas, dicen.
La última vez que la mayor de mi país participó en un mundial, yo, esperaba cumplir los meses para nacer. Lo que me hace pensar que fui consecuencia de la alegría nacional al verse en un evento futbolístico de tal envergadura, por segunda vez en su historia.
Perdí 10 años sin saber de selecciones, hasta que coleccioné algunos vasos con los "cabezones". De ahí para acá, he oido de varios procesos y la lista de extranjeros al frente del equipo sigue creciendo.
Se supone que los 23 mejores jugadores de futbol del país tienen su nombre impreso en la camiseta, identificándose para las estadísticas y los historiales de la FIFA con un número, de acuerdo a su posición en el terreno de juego.
Hay críticas, muestras de apoyo, insultos, alabanzas y, sobre todo, mucha pasión. Cada uno lo maneja a su nivel o relevancia del deporte rey en su vida. Siempre he creido que vale mas ser un aficionado inteligente que un fanático troglodita.
Azul y blanco, como en la bandera, con el escudo en el frente de la camiseta, o sin él, dependiendo del nuevo formato de las camisetas. La Selecta nos seguirá moviendo, frente a un televisor o en los graderios del estadio. En familia, una gran idea. Entre cheros, una tradición. 120 minutos de alegría, tristeza o socazón.
Usted elige, usted escoge. Ser seleccionado no es "cincueyuca", no, mientras la lógica, la disciplina y la buena organización se conciba dentro de la FESFUT. Lo demás, será circo, y cada vez más barato.
Se ha escrito,
PAZ.
PD: Ánimo, señores. Sino clasifican a la siguiente ronda, al menos nos regalaron 2 alegrías.
Sí, me refiero al hecho de ser parte de la llamada: Selecta.
Con el uso de razón con la aguja a la mitad, recuerdo ser aficionado azul y blanco desde la época de Raúl Ignacio y Mauricio. De ahí para atrás, poco o nada recuerdo. Tengo mala memoria. Qué lástima.
Hay quienes dicen sentir orgullo de vestir la azul. Otros, concentrados en su objetivo personal, le ponen alma, corazón y vida, como diría Eugenio, a quién parece ser que no lo quieren escuchar comentando los partidos de la Selección Nacional. Se verán cosas, dicen.
La última vez que la mayor de mi país participó en un mundial, yo, esperaba cumplir los meses para nacer. Lo que me hace pensar que fui consecuencia de la alegría nacional al verse en un evento futbolístico de tal envergadura, por segunda vez en su historia.
Perdí 10 años sin saber de selecciones, hasta que coleccioné algunos vasos con los "cabezones". De ahí para acá, he oido de varios procesos y la lista de extranjeros al frente del equipo sigue creciendo.
Se supone que los 23 mejores jugadores de futbol del país tienen su nombre impreso en la camiseta, identificándose para las estadísticas y los historiales de la FIFA con un número, de acuerdo a su posición en el terreno de juego.
Hay críticas, muestras de apoyo, insultos, alabanzas y, sobre todo, mucha pasión. Cada uno lo maneja a su nivel o relevancia del deporte rey en su vida. Siempre he creido que vale mas ser un aficionado inteligente que un fanático troglodita.
Azul y blanco, como en la bandera, con el escudo en el frente de la camiseta, o sin él, dependiendo del nuevo formato de las camisetas. La Selecta nos seguirá moviendo, frente a un televisor o en los graderios del estadio. En familia, una gran idea. Entre cheros, una tradición. 120 minutos de alegría, tristeza o socazón.
Usted elige, usted escoge. Ser seleccionado no es "cincueyuca", no, mientras la lógica, la disciplina y la buena organización se conciba dentro de la FESFUT. Lo demás, será circo, y cada vez más barato.
Se ha escrito,
PAZ.
PD: Ánimo, señores. Sino clasifican a la siguiente ronda, al menos nos regalaron 2 alegrías.
Vale más la actitud de los muchachos y el esfuerzo que se les ha visto que todos los goles recibidos encontra. Con lo poco que lleva este entrenador, se ha visto buen juego y buen plateamiento táctico en la cancha. Se han visto más inteligentes, pues, y más fuertes. Que pasen a la siguiente ronda o que los goleen todavía más me importa un bledo. Se mira un pequeño brillo en la Azul y sospecho (y espero) que este uruguayo le puede sacar más lustre.
ResponderEliminarEl tiempo decidirá si tendremos otra buena generación de jugadores que hagan levantar el ánimo de los salvadoreños, algo que tanto encesitamos en esete tiempo de crisis.
Gracias por comentar, Ricardo.
ResponderEliminarY sí, tienes razón. ¡Saludos!