Territorio Graficionado, o sea #Solón...
Dos años de no asistir al Coloso.
Ayer, casi las 2 de la tarde, pude apreciar con detenimiento la expresión del aficionado fiel a un equipo de futbol. Cada quien con su camiseta, su vincha y su bandera. El que quería, se pintaba la cara o el cabello. Los contendientes, en esta ocasión: Alianza F.C. y C.D. Luis Angel Firpo.
En los alrededores del Cusca, el olor de la carnita asada, la tortilla tostada, el arrocito y el chirimol. El almuerzo, antes de ese mascón, no debía faltar. Mas para aquellos que ingresariamos a aguantar sol.
Por ello, la población buscó la sombra y la grama para almorzar. No faltó aquel que acompañara el "mofe" con una cervecita. La idea era pasarla bien, ¿no?. La mara se rebusca.
Se acercaba la hora, debíamos comprar la entrada, lo que se tradujo en 15 minutos de cola. En la zona de las taquillas, todo mundo esperando que el Dios Sol se relajara. 4$ en taquilla, papelito en mano, pasamos a la puerta, la "revisadita" de rigor, por los agentes de seguridad, y listo.
Salimos del túnel, la vista al engramillado, las manos en la cintura y los pies pisando "Vietnam", todo, a una hora del pitazo inicial.
Habiendo escogido el espacio dentro del "Territorio Graficionado" -según rótulo- nos sentamos, por un rato, por aquello del mal de orín.
Si esas gradas hablaran de seguro nos agradecieran el agua que colocamos sobre ellas. Aún así, el calor sobre éstas se percibía y fue precisamente en ese momento que sentí la urgente necesidad de ahorrar y visitar otra localidad del estadio (o dejar de sobrevalorar mi dinero frente al futbol nacional).
En el sitio, 2 bolsas con agua, la toallita en la cabeza (pura abuela, lo sé) y la plática con los cheros, ayudaban a hacer menos amarga la espera. Solo recordé las palabras de #Cartabyte. Triste.
Del partido, ni hablar. 1-1. El primer tiempo: aburrido. El segundo, emoción que duró menos de 23 minutos. Lamentable. Fue un partido de semifinales, en el mejor recinto para practicar futbol en nuestro país, con 2 equipos con tradición.
En fin, me sentí orgulloso de haber dado menos de 5 dólares. Es mas, de no haber sido por que presencié el buen gol de Fito, hubiese exigido un dólar de regreso.
El partido pisó lo mediocre en buenos tramos de su desarrollo. Para mí, sigue siendo un negocio que NO entretiene y, por desgracia, dentro y fuera de la cancha, expresa violencia. Triste.
Y ya que hablamos de eso -sí, de la violencia- debo agradecer a Dios que no permitió ninguna pasada rara al entrar y al salir del estadio.
No faltó aquel que quiso aprovecharse en la reventa de las entradas; pero, está claro, esa gente sobra en los estadios, los conciertos, Etc. Pero, disparos, golpes y pedradas, esas no llegaron a la Semi de Vuelta. Parece ser que la gente, tomó conciencia.
Cosas curiosas de esta tarde:
-No recuerdo haber cantado el himno.
-No ví las pancartas de la Ultra en la malla que separa los graderíos del engramillado, en el área de sol.
-Entre los papelitos que se lanzan a la entrada al terreno de juego del equipo, me encontré uno con la firma y sello de notario en oriyinal. #Cositas
-Hubo mucha presencia de la UMO a mi alrededor, a pesar de estar en medio de una misma barra o afición (Gracias, don Carlos, ¡Buena onda!).
-Vi pasar a muchas señoritas frente a la vista de fanáticos albos, sin que estos se prestaran al acostumbrado: "Culo, Culo, Culo" (las disculpas del caso, por el francés), mientras tocan su cuerpo como degenerados.
En fin, una tarde atípica, pero fructífera para la afición blanca. Su equipo jugará otra final más. Dicen que van por la Décima, ¿se les concederá?. Ya veremos.
Mientras tanto, agarre el vacil, entradas como ésta hay pocas. El lenguaje coloquial abundó. Ojalá no le haya ofendido.
#NotaMental: Debo decidir qué equipo apoyar la próxima temporada. ¿Estrenaré la camiseta? ¿Cómpraré otra?..., respondo recordando a alguien especial: ¡No sé!...Aún.
Se ha escrito,
Paz.
PD: Esta entrada no busca ser una crítica futbolística. Solo pretende parecer una crónica.
Ayer, casi las 2 de la tarde, pude apreciar con detenimiento la expresión del aficionado fiel a un equipo de futbol. Cada quien con su camiseta, su vincha y su bandera. El que quería, se pintaba la cara o el cabello. Los contendientes, en esta ocasión: Alianza F.C. y C.D. Luis Angel Firpo.
En los alrededores del Cusca, el olor de la carnita asada, la tortilla tostada, el arrocito y el chirimol. El almuerzo, antes de ese mascón, no debía faltar. Mas para aquellos que ingresariamos a aguantar sol.
Por ello, la población buscó la sombra y la grama para almorzar. No faltó aquel que acompañara el "mofe" con una cervecita. La idea era pasarla bien, ¿no?. La mara se rebusca.
Se acercaba la hora, debíamos comprar la entrada, lo que se tradujo en 15 minutos de cola. En la zona de las taquillas, todo mundo esperando que el Dios Sol se relajara. 4$ en taquilla, papelito en mano, pasamos a la puerta, la "revisadita" de rigor, por los agentes de seguridad, y listo.
Salimos del túnel, la vista al engramillado, las manos en la cintura y los pies pisando "Vietnam", todo, a una hora del pitazo inicial.
Habiendo escogido el espacio dentro del "Territorio Graficionado" -según rótulo- nos sentamos, por un rato, por aquello del mal de orín.
Si esas gradas hablaran de seguro nos agradecieran el agua que colocamos sobre ellas. Aún así, el calor sobre éstas se percibía y fue precisamente en ese momento que sentí la urgente necesidad de ahorrar y visitar otra localidad del estadio (o dejar de sobrevalorar mi dinero frente al futbol nacional).
En el sitio, 2 bolsas con agua, la toallita en la cabeza (pura abuela, lo sé) y la plática con los cheros, ayudaban a hacer menos amarga la espera. Solo recordé las palabras de #Cartabyte. Triste.
Del partido, ni hablar. 1-1. El primer tiempo: aburrido. El segundo, emoción que duró menos de 23 minutos. Lamentable. Fue un partido de semifinales, en el mejor recinto para practicar futbol en nuestro país, con 2 equipos con tradición.
En fin, me sentí orgulloso de haber dado menos de 5 dólares. Es mas, de no haber sido por que presencié el buen gol de Fito, hubiese exigido un dólar de regreso.
El partido pisó lo mediocre en buenos tramos de su desarrollo. Para mí, sigue siendo un negocio que NO entretiene y, por desgracia, dentro y fuera de la cancha, expresa violencia. Triste.
Y ya que hablamos de eso -sí, de la violencia- debo agradecer a Dios que no permitió ninguna pasada rara al entrar y al salir del estadio.
No faltó aquel que quiso aprovecharse en la reventa de las entradas; pero, está claro, esa gente sobra en los estadios, los conciertos, Etc. Pero, disparos, golpes y pedradas, esas no llegaron a la Semi de Vuelta. Parece ser que la gente, tomó conciencia.
Cosas curiosas de esta tarde:
-No recuerdo haber cantado el himno.
-No ví las pancartas de la Ultra en la malla que separa los graderíos del engramillado, en el área de sol.
-Entre los papelitos que se lanzan a la entrada al terreno de juego del equipo, me encontré uno con la firma y sello de notario en oriyinal. #Cositas
-Hubo mucha presencia de la UMO a mi alrededor, a pesar de estar en medio de una misma barra o afición (Gracias, don Carlos, ¡Buena onda!).
-Vi pasar a muchas señoritas frente a la vista de fanáticos albos, sin que estos se prestaran al acostumbrado: "Culo, Culo, Culo" (las disculpas del caso, por el francés), mientras tocan su cuerpo como degenerados.
En fin, una tarde atípica, pero fructífera para la afición blanca. Su equipo jugará otra final más. Dicen que van por la Décima, ¿se les concederá?. Ya veremos.
Mientras tanto, agarre el vacil, entradas como ésta hay pocas. El lenguaje coloquial abundó. Ojalá no le haya ofendido.
#NotaMental: Debo decidir qué equipo apoyar la próxima temporada. ¿Estrenaré la camiseta? ¿Cómpraré otra?..., respondo recordando a alguien especial: ¡No sé!...Aún.
Se ha escrito,
Paz.
PD: Esta entrada no busca ser una crítica futbolística. Solo pretende parecer una crónica.

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