Esperar: un craso error.
La vida de pareja, sin duda, tiene sus peculiaridades. Él ha tenido la oportunidad de presenciarla, desde hace más de 1 mes, (poco tiempo, es verdad, pero…), primerizo, sí, todo nuevo, desde lo más "trivial" como puede ser compartir el ropero para que ella guarde sus toallas sanitarias, hasta detalles hermosos e inolvidables como amanecer a su lado por primera vez. Bonito, se recomienda mil veces (claro, cada quien con su pareja amada, xD).
Pero, como se trata de una relación de convivencia entre seres humanos, está claro que una que otra diferencia entre ellos habrá, en más de una ocasión, lo que de un momento a otro puede llevar a una discusión, y hasta más, si no se sabe manejar la molestia o el enojo.
Anoche, un estado de ánimo no tan grato, y que se mantuvo desde temprano en la mañana, mostró sus consecuencias “mojando” uno que otro corte de papel higiénico. Sí, una vez más él tuvo el pesar de ver llorar a una mujer, y lo peor, por culpa de su lado "humano". Mal.
Gracias a Dios, después de una plática “aclaratoria”, varias peticiones de disculpas y un par de promesas, la calma llegó a su corazón femenino y delicado, eso sí, se tuvieron que apoyarse en la “terapia del lecho”, descanso, cariño y relajación: La clave.
A partir de este evento, estando ella ocupada en los quehaceres de la cocina, después de 20 minutos de "meditación", él trascendió hasta donde su Padre (acá The Big Boss), adonde le esperaba "cincho en mano", preocupado, tantito decepcionado, con el conocimiento absoluto de lo sucedido minutos atrás..., tocó su rostro, le hizo ver en su pantalla de 100 pulgadas, full color, una vez más su falla y me dijo: "Rafael, esperar: un craso error".
Él tuvo la oportunidad de saludar a Miguel y a Gabriel, están bien, dice..., los guardianes también andaban por ahí, preocupados, cada quien por su "cada cual", a estos pobres si les toca pesado, y lo peor, de a poco se olvidan de ellos, ya ni siquiera los rezos escuchan, ¿qué estará pasando allá abajo?, le preguntan..., y él les dice: Mucha desatención en lo esencial.
Se despidió de todos y regresó a la misión.
Se ha escrito,
Paz.

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